La triatleta del Club TRICBM se alza con su primera Txapela, galardón que la organización entrega sólo a los ganadores de este triatlón
Judith Corachán se daba cita el sábado por la tarde en la XXXII edición del Triatlón de Zarautz, conocido por ser uno de los triatlones más antiguos ... y más duros de España.
Las triatletas fueron las primeras en empezar, diez minutos antes que los hombres. Corachán completaba los casi 3km de natación en segunda posición, después de la atleta local Helena Alberdi. Poco esperó la triatleta del TRICBM para tomar el liderato. En los primeros kilómetros del sector ciclista, Corachán marcó un fuerte ritmo para colocarse en primera posición.
Así seguiría hasta llegar a meta.
La triatleta catalana hizo un brillante parcial ciclista, luchando en solitario contra la lluvia y las rampas tan exigentes que guardaban las carreteras vascas. Tras un gran esfuerzo, Corachán llegaba a la segunda transición con una holgada diferencia con Alberdi, su principal perseguidora.
Una vez ya con los pies en tierra firme, la catalana marcó un ritmo que nadie pudo alcanzar. Durante los 20km acabó de forjar el esperado final: ser la ganadora del Zarauzko Triatloia.
Corachán entro en línea de meta con un tiempo final de 4 horas 33 minutos y 25 segundos. Después de varias ediciones quedando en segunda posición, Corachán conseguía por fin la mítica txapela. En el podio la acompañaron Helena Alberdi y Sara Loehr.
Corachán en la carrera a pie | Foto: Gisela Vergés
TRIATLÓN DE ZARAUTZ
La prueba está catalogada como distancia doble olímpica, donde l@s triatletas nadan 2,9km, pedalean 78km, con las subidas al puerto de Maegas (dos veces por vuelta) y el temido Muro de Aia, tramo con rampas que rozan el desnivel del 20%. Para finalizar, les esperan 20km de carrera a pie por las calles de la localidad vasca, con un ambiente espectacular.
Judith Corachán no deja de sorprendernos. La embajadora de TRIWOMAN se alza con la victoria de este arduo triatlón, solo dos semanas después de subir a lo más alto del podio en Salou.
